Seguramente habías leído o escuchado este término anteriormente, pero ¿sabes qué significa?
El greenwashing (o “lavado verde” en español) se refiere a la práctica de hacer afirmaciones sin fundamentos, vagas o engañosas a cerca de los beneficios ambientales de un producto, servicio, tecnología o práctica empresarial.
Un ejemplo de ello son las campañas con comentarios imprecisos sobre la impresión y el papel. En lugar de centrarse en los posibles ahorros de costes con diferentes tecnologías, a menudo el incentivo para cambiar se basa en afirmaciones medioambientales infundadas. En realidad, hacer el switch de papel a medios digitales no siempre es la mejor opción para construir un mundo mejor y más verde.
Las declaraciones poco específicas, sin respaldo de evidencia científica confiable o sin un análisis relevante del ciclo de vida completo del producto constantemente conducen a la publicidad engañosa.
De hecho, el papel encaja perfectamente en el modelo de economía circular. Su materia prima, la fibra de madera, es un recurso renovable, natural y sostenible. El papel se recoge y recicla fácilmente, lo que garantiza que estas valiosas fibras se utilicen una y otra vez.
Una economía circular es un enfoque sistémico del desarrollo económico diseñado para beneficiar a las empresas, la sociedad y el medio ambiente. En contraste con el modelo lineal de “tomar-hacer-desperdiciar”, una economía circular es regenerativa por diseño y apunta a frenar gradualmente el crecimiento del consumo de recursos finitos.
Para nosotros en Grafser, la economía circular es un factor muy importante en nuestro proceso productivo. Buscamos una producción eficiente, un uso consciente y apropiado de los recursos, así como responsabilidad al desechar los residuos que generamos. Buscamos satisfacer las necesidades presentes sin comprometer las necesidades futuras.
¿Cómo podemos ayudar realmente al medio ambiente?
Con productos que incorporen el diseño ecológico desde su origen, que utilicen materias primas obtenidas de forma responsable y sean fabricados mediante procesos eficientes impulsados, en la medida de lo posible, por tecnologías verdes y energía renovable.